Introspectivo
No suelo ser de esas personas que publica sistemáticamente sus pensamientos, o siquiera sus caprichos en un sitio de internet, ni menos en un "diario" o algo por el estilo. Soy más bien un tipo reservado, no me gusta enfrentar el hecho de que los demás sepan qué diablos pasa con mi vida privada, ni mucho menos que me busquen para aconsejarme o incluso comentarlo de pasada. Pero esto... Esto cambió las cosas; esto necesita ser contado, y no veo otra salida que cayendo en el prácticamente inevitable vórtice de la informática y sobretodo de la internet.
A ratos me molesta y me persigue la idea de que miles de "cibernautas" leerán esto que no puedo retener más en mi conciencia, esto que me quema por dentro y ocupa todos y cada uno de mis pensamientos; todos los días, 24 horas al dia. 24/7 como diría el buen yanqui. Pero no tengo mucha más opción. He pensado en abandonarlo todo, en tirar del enchufe y dejar que todo se apague, en francamente mandar todo a la mierda y rendirme de una buena vez, pero mi ego, quizás en un intento desesperado de mantenerse a flote, no me ha permitido concretar esa reflexión.
Es sumamente delicado comentar algo como lo que necesito dejar expuesto en este lugar, no es algo que se converse día a día en un pasillo, o a la salida de una clase en la universidad, ni siquiera en un "carrete" con los amigos. Quizás al entenderlo todo, muchos pensarán que exagero, y que hasta quizás necesito ayuda. Lo más probable es que estén en lo cierto, pero no creo que exista, dentro de lo humanamente posible, alguna forma de ayudarme en esto que estoy sintiendo, en esto que se me presenta a ratos como una experiencia completamente nueva e intimidante, en esto que me hace replantearme la vida, que me hace olvidar de una buena vez y para siempre ese esquema adolescente del vivir literalmente como los pollos, sin otra preocupación aparte de comer, respirar, dormir y quién sabe que otra función trivial y carente de sentido.
Me gustaría que si alguien lee esto, no lo entienda como la inevitable caída al egocentrismo cibernético de los blogs, lo cual probablemente es cierto pero no quiero admitirlo, si no que se vea más bien como una forma de redimirme conmigo mismo, de sanar heridas que con mi antiguo método de introversión y represión enfermizas, no estaban sanando.
He experimentado el amor por primera vez (creo), y durante mucho tiempo fue lo mejor que me había pasado en la vida, fue una experiencia sublime, digna de recuerdo eterno, de un lugar imborrable en el almanaque de mi memoria. Pero así también he salido herido. Lo cual no tiene mucho sentido comentar, creo que una desilusión amorosa no es tema para un blog...de hecho nada de lo que estoy escribiendo tiene pinta de tema para blog, pero bueno.
He experimentado el dolor de sentirse traicionado, y a la vez el goce de haber sido amado. Es una dualidad que sin importar cuánto medite, me abruma de la forma más increíble, son dos polos tan alejados entre sí y tan cercanos al mismo tiempo, que ya no sé si distinguirlos como polos.
...
Me siento solo.
No suelo ser de esas personas que publica sistemáticamente sus pensamientos, o siquiera sus caprichos en un sitio de internet, ni menos en un "diario" o algo por el estilo. Soy más bien un tipo reservado, no me gusta enfrentar el hecho de que los demás sepan qué diablos pasa con mi vida privada, ni mucho menos que me busquen para aconsejarme o incluso comentarlo de pasada. Pero esto... Esto cambió las cosas; esto necesita ser contado, y no veo otra salida que cayendo en el prácticamente inevitable vórtice de la informática y sobretodo de la internet.
A ratos me molesta y me persigue la idea de que miles de "cibernautas" leerán esto que no puedo retener más en mi conciencia, esto que me quema por dentro y ocupa todos y cada uno de mis pensamientos; todos los días, 24 horas al dia. 24/7 como diría el buen yanqui. Pero no tengo mucha más opción. He pensado en abandonarlo todo, en tirar del enchufe y dejar que todo se apague, en francamente mandar todo a la mierda y rendirme de una buena vez, pero mi ego, quizás en un intento desesperado de mantenerse a flote, no me ha permitido concretar esa reflexión.
Es sumamente delicado comentar algo como lo que necesito dejar expuesto en este lugar, no es algo que se converse día a día en un pasillo, o a la salida de una clase en la universidad, ni siquiera en un "carrete" con los amigos. Quizás al entenderlo todo, muchos pensarán que exagero, y que hasta quizás necesito ayuda. Lo más probable es que estén en lo cierto, pero no creo que exista, dentro de lo humanamente posible, alguna forma de ayudarme en esto que estoy sintiendo, en esto que se me presenta a ratos como una experiencia completamente nueva e intimidante, en esto que me hace replantearme la vida, que me hace olvidar de una buena vez y para siempre ese esquema adolescente del vivir literalmente como los pollos, sin otra preocupación aparte de comer, respirar, dormir y quién sabe que otra función trivial y carente de sentido.
Me gustaría que si alguien lee esto, no lo entienda como la inevitable caída al egocentrismo cibernético de los blogs, lo cual probablemente es cierto pero no quiero admitirlo, si no que se vea más bien como una forma de redimirme conmigo mismo, de sanar heridas que con mi antiguo método de introversión y represión enfermizas, no estaban sanando.
He experimentado el amor por primera vez (creo), y durante mucho tiempo fue lo mejor que me había pasado en la vida, fue una experiencia sublime, digna de recuerdo eterno, de un lugar imborrable en el almanaque de mi memoria. Pero así también he salido herido. Lo cual no tiene mucho sentido comentar, creo que una desilusión amorosa no es tema para un blog...de hecho nada de lo que estoy escribiendo tiene pinta de tema para blog, pero bueno.
He experimentado el dolor de sentirse traicionado, y a la vez el goce de haber sido amado. Es una dualidad que sin importar cuánto medite, me abruma de la forma más increíble, son dos polos tan alejados entre sí y tan cercanos al mismo tiempo, que ya no sé si distinguirlos como polos.
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Me siento solo.