Qué ironía...
Salir a luchar a las calles, pedir algo que en otra época habría sido repudiado por nuestras autoridades, y descubrir, al final, que todo esto no es más que una réplica de sucesos ocurridos hace ya más de 30 años.
Es como los terremotos, puede que el más fuerte haya pasado, pero sigue temblando, no se engañen...sigue temblando.
Tenemos un gobierno "Socialista", encabezado por la primera mujer presidente de Chile. ¿Que orgullo no?, claro, basta con mostrar una imagen vanguardista para mantenernos tranquilos, piensan ellos. Basta con cebarlos un poco, y podemos seguir en lo nuestro.

Qué ironía...
Entrar a un colegio que supone una buena educación, tanto en el nivel académico, como en el ámbito civico del estudiante. Entrar a ese colegio, y darse cuenta, al final, que no es más que una pequeña sociedad en dictadura, gobernada autoritariamente por un alcalde con un pasado tan sucio como la planta de mi zapato.

Que ironía...
Ver a los adultos de nuestro país, algunos angustiados, otros enojados, y los menos apoyando, una causa tan noble como querer mejorar nuestra educación, querer hacer, por la mierda, un verdadero cambio social. NO las bolitas de dulce que nos entregan los gobiernos de la concertación año tras año, NO la semi dictadura que promete la "Alianza por Chile", NO la utopía irrealizable que nos ofrecen los izquierdistas más radicales.
Primera vez, que se quiere hacer un gran cambio social, y se repudia como en la peor de las dictaduras.

Que ironía...
Que tus viejos se saquen la chucha trabajando, que se partan el lomo, que te traten de entregar lo mejor, y que este sea el resultado. Que al tratar de pensar por nuestra cuenta, se nos venga todo el país encima. Que tengan que pagar 44 compañeros, y que nadie nos respalde.

Por eso, y por lo cagados que estamos como país, puedo declarar oficialmente, que la dictadura señores, no ha terminado. Es más..Aqui no se mueve una sola hoja, sin que las autoridades lo sepan...jaja, qué ironico...